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Ariadna / Noticias

Buscándome a mí misma

Buscándome a mí misma

Buscándome a mí misma

Por Mónica López. Monitora de Fin de semana del Espai Ariadna.

Trabajar los fines de semana en Espai Ariadna y compartir el tiempo de ocio con las mujeres que allí residen me hizo reflexionar mucho sobre una problemática añadida en la que nunca había pensado en profundidad. Me asombró muchísimo la gran dificultad para encontrar cómo ocupar y disfrutar el tiempo de ocio.

En algunas ocasiones las mujeres explican que hace tiempo que no salían en grupo, que no compartían momentos de conversación y risas, que las tenían prácticamente incomunicadas, que nunca habían visitado un lugar que les gustase. Venían de situaciones en las que se encontraban inmersas en el consumo y la violencia. La mayor parte de las veces la diversión y el pasarlo bien se entendía asociada únicamente al consumo y descontrol.

Nunca hubiera imaginado que se les hiciera tan difícil sentir y vivir otro tipo de ocio saludable, no empatizando prácticamente con nada y viéndolo todo realmente aburrido.

Sorprende cuando preguntas que les gustaría hacer y no saben que decir. No saben lo que les gusta, lo que querrían visitar. Unos de los grandes problemas que nos encontramos es la ausencia de libertad individual para decidir acerca de cómo utilizar su tiempo libre y que actividades realizar. Tienen muchas dificultades para descubrir sus propios intereses y participar del ocio, disfrutar de lo cotidiano y usar el tiempo libre.

Nos encontramos con muchas barreras. Todas han sufrido un importante proceso de deterioro en su capacidad de relacionarse, tienen importantes carencias en diversos aspectos, apenas tienen relaciones interpersonales y sociales provocando un desconocimiento de ofertas socio-culturales y llegando incluso a su auto marginación. También se encuentran dificultades en la participación activa y ocio compartido.tiempo para el entrenamiento

Por otro lado, sus pensamientos están ocupados en la búsqueda de la sustancia haciéndose más difícil conectar con cualquier actividad que queramos realizar.

Todas las mujeres que hemos atendido en el Espai Ariadna viene de relaciones con un alto nivel de violencia en las que se ha alcanzado un nivel de aislamiento social elevadísimo, a lo que ha contribuido también el consumo. En estas relaciones había un alto nivel de dependencia víctima-agresor y agresor-víctima. La relación y el consumo muchas veces se habían convertido en el todo. Sus agresores las desvincularon de su entorno de amistades, familia y trabajo hasta tenerlas completamente aisladas. Pierden la capacidad de tomar decisiones, sus gustos, piensan que no saben qué hacer si él no las guía. Algunas vienen de la calle, llevan años sin hacer acciones sencillas y cotidianas como ver la tele, escuchar música o tener una conversación mientras comes. Otras provienen de la prostitución sin salir de un entorno de consumo y violencia. Otras simplemente nunca han salido de “su casa”.

Al romper con la pareja y el consumo llega una inmensa soledad y la dificultad está en llevarlas poco a poco a encontrar aquello con lo que disfrutan mientras siguen haciendo el duelo por la pérdida de dos grandes pilares en su vida: las sustancias y la pareja. Cuando logran utilizar el tiempo libre para un ocio sano, creativo y placentero, compartiendo risas y sin dar explicaciones de donde van o con quien están dicen sentirse libres y estar viviendo en plenitud y esto sin duda forma parte del camino de su recuperación.

Las víctimas de violencia han perdido su lugar de referencia. Han experimentado un cambio en su vida que les ha producido secuelas importantes como problemas psicológicos, pérdida o ausencia de vida social, disminución de recursos económicos, alerta constante para evitar encontrarse al agresor y en algunos casos separación de los hijos e hijas. Sus agresores les han creado inseguridades, miedos a los que se tienen que enfrentar para crear nuevas relaciones.

Desde Espai Ariadna estimulamos sus intereses y aficiones e intentamos que exista un cambio en sus estilos de vida, en las actividades de ocio y en las formas de relacionarse, mediante estrategias individuales y grupales. Uno de nuestros objetivos es conseguir un ocio en ambientes alejados del consumo y de la soledad que se ha creado junto a su agresor, siendo en la mayoría de casos verdaderamente difícil.

Nuestros objetivos son fomentar el desarrollo de la autonomía, la capacidad de decidir y elegir. Desarrollar habilidades sociales, personales y culturales, y ayudar a madurar a la persona. Fomentar la creatividad hacia nuevos intereses. Despertar la capacidad de disfrutar fuera de sus entornos. Favorecer la recuperación de la autoestima y la seguridad de una misma. Facilitar la integración social, relacionarse y tomar decisiones en grupo. Relacionarse con otro tipo de personas saludables. Propiciar el bienestar y la satisfacción personal. Promover alternativas de ocio gratificantes. Enseñamos a planificar, ocupar de forma adecuada el tiempo libre y educamos en el ocio desde espacios sanos y creativos.

pasear

La recuperación paulatina de ese tiempo para una misma, de esa libertad para dirigir los propios impulsos y la propia conducta resulta esencial en sus procesos. A medida que se van recuperando, la recuperación de espacios personales para el disfrute de actividades de ocio acordes con sus necesidades va ganando terreno y va devolviendo a las mujeres el interés, la motivación y el gusto por el desarrollo personal, el placer por sentirse viva, por ser una más sin sentirse diferente y por participar activamente en la sociedad de la que forma parte.

Para nosotras es muy importante ofrecerles espacios de ocio que les permitan alejarse aunque sea momentáneamente y mentalmente de las dramáticas situaciones vívidas y darles tranquilidad, eliminando posibles barreras de discriminación social, desigualdad y reforzando las relaciones materno filiales que en la mayoría de casos están tan dañadas.

Con las salidas se persigue fomentar la autoestima de las víctimas de violencia machista que a pesar de encontrar en Espai Ariadna seguridad física tienen mermado el campo de relaciones sociales hasta encontrarse en la más absoluta soledad. Desde aquí ofrecemos tratamiento desde el punto de vista de ocio como un punto importante para la recuperación de la persona.

Entre las actividades que se ofrecen destacan las visitas a museos, la asistencia al teatro, cine y parques de atracciones, las visitas culturales por la ciudad, espacios naturales y todas aquellas consideradas de interés por ambas partes. Se trata con ello de estimular a las mujeres víctimas de violencia y a sus hijos /as menores en su proceso de recuperación.

Dicen que saber utilizar el tiempo de ocio es una de las conquistas más importantes del ser humano, y ahora más que nunca somos muy conscientes de que así es. Es conectar con los propios deseos, es encontrarse a una misma.

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